En el transcurso de nuestra vida podemos encontrarnos con situaciones de todo tipo que pueden requerir un asesoramiento jurídico profesional y especializado. Desde el establecimiento de relaciones comerciales, pasando por la compraventa de un inmueble, la interposición de un recurso ante una sanción administrativa o la resolución de un conflicto laboral, entre otros muchos ejemplos. Si la ayuda de abogados nos resulta de gran utilidad, la necesidad es mayor cuando el usuario es un ciudadano extranjero en un país diferente al originario. Es lo que sucede con personas de nacionalidad francesa en territorios próximos como Cataluña o las islas Baleares, en los que se asienta una amplia comunidad francesa.